lunes, 24 de agosto de 2015

DIAS 16,17 Y 18-DESPEDIMOS CHIRIACO CON UN FIN DE SEMANA INTENSO

VIERNES
Nuestro último día de “clases”. A primera hora fuimos al aula de 5° de secundaria para entregarlas unos recuerdos de Ávila, ya que es su último año en el colegio. Aprovechamos para grabar las canciones con las que comienzan el día.
Posteriormente cruzamos el río Chiriaco por el Huaru para dar un paseo por el pueblo. No había mucho que ver y el calor era sofocante, por lo que tardamos poco en volver a La Misión.
Una vez de regreso, estuvimos con las alumnas de 6° de primaria que se encargaban esta semana de preparar el almuerzo para todos los alumnos del colegio: arroz, menestra de lentejas y jugo de limón.
Almorzamos con las hermanas y por la tarde fuimos con varias de las alumnas y con la hermana Asunta a la comunidad indígena de Wachapea, donde pudimos participar de la catequesis que estas alumnas imparten a los más pequeños de la comunidad. Como estos niños no hablan castellano, prácticamente todas las conversaciones fueron en awajún.

Al regresar las alumnas ya nos estaban esperando para iniciar su sesión de cine de cada viernes, pues esta vez la película que iban a ver venía desde España: “Del revés”. Por las risas que escuchamos durante la proyección parece ser que les gustó.

SÁBADO
Después de la oración de cada mañana y el desayuno, nos despedimos de las hermanas y de los niños y niñas que se encontraban en La Misión.
Aprovechamos esta despedida para contaros las actividades que realizan cada una de las hermanas de Misión Chiriaco:
 Elvira: directora del centro, relación con las familias.
Asunta: encargada del trato personal con las niñas del internado.
 Teresa: enfermera, cocinera, ecónoma y encargada de la logística.
Anita: en estos momentos se encontraba en una reunión en Bolivia. Ella se encarga de la parte pastoral durante este curso, ya que tiene previsto irse a África.




A las 9:00 el taxi nos esperaba al otro lado del río para llevarnos hasta Jaén. Como íbamos bien de tiempo aprovechamos para almorzar en un restaurante, donde Ernesto nos engañó para probar el ceviche y luego comérselo él. Aunque el arroz que pedimos tampoco fue santo de devoción de las comensales debido a la cantidad de cilantro que parece ser que había.


Conclusión: al final uno se tuvo que sacrificar por el bien de Misión Perú. El helado estaba bueno, a pesar de que el estómago estaba “lleno”.

A las 15:00 cogimos el autobús que 18 horas después nos dejaría en Lima, al lado del estadio nacional de fútbol. Por lo que ya pasamos al domingo.

DOMINGO
Nuestro taxista, John, nos recogió en la estación acompañado de sus dos hijos: Diego y Álvaro. Con ellos disfrutamos de un día de turismo por Lima, visitando el Cerro de San Cristóbal, la iglesia de Santa Rosa de Lima, la casa de San Martín de Porres y la zona de Miraflores. Para acabar el día cenando en un Totuus (centro comercial), cercano a la residencia de las Hermanas Carmelitas, donde nos alojaremos esta noche por última vez. Como anécdota hay que reseñar que debido a la falta de acuerdo entre dos de los tres miembros de este equipo, uno de ellos no pudo disfrutar de la mitad de un batido, cosa que si pudieron hacerlo los pantalones de dos de los miembros de dicha expedición.
Perdonar por la tardanza y brevedad del diario de estos días, pero ha sido debido a la falta de tiempo y a la acumulación del cansancio.
Nos despedimos por hoy. Esperamos que todos los que leéis este blog os encontréis bien, igual que nosotros lo estamos aquí en Perú.
Un fuerte abrazo,

Laura, Ernesto y Lorena

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